mantenimiento preventivo

Mantenimiento preventivo en plantas de tratamiento de agua

El mantenimiento preventivo en plantas de tratamiento de agua es clave para asegurar su fiabilidad, eficiencia operativa y cumplimiento normativo. En Ruberte Tratamientos de Agua combinamos décadas de experiencia en tratamientos como ósmosis inversa, filtros y dosificación química con programas de mantenimiento avanzados (preventivos y predictivos) que garantizan resultados y evitan paradas inesperadas.

¿Qué es y por qué es imprescindible el mantenimiento preventivo?

El mantenimiento preventivo consiste en revisar, limpiar, ajustar y sustituir componentes antes de que se produzca una falla. A diferencia del correctivo —que actúa tras el fallo—, el preventivo se basa en actuaciones planificadas siguiendo la recomendación del fabricante y las condiciones reales de operación. Su objetivo: evitar averías, reducir costes operativos y prolongar la vida útil del equipo.

Este enfoque no solo aporta fiabilidad, sino también mejora de la eficiencia, reducción del consumo energético y cumplimiento con normativas ambientales y sanitarias.

Beneficios del mantenimiento preventivo

  • Reducción del riesgo de averías y paradas no planificadas (downtime reducido).
  • Ahorro económico a largo plazo, al evitar costosas reparaciones.
  • Mayor disponibilidad y confiabilidad de los equipos (indicadores MTBF, MTTR).
  • Extensión de la vida útil de activos críticos como bombas, membranas, sensores o dosificadores.
  • Cumplimiento normativo y garantía para operar plantas de tratamiento potables o residuales.
  • Mejora en la calidad del efluente y reducción de riesgos medioambientales y sanitarios.

Principales tareas de mantenimiento preventivo en plantas

🔧 Inspección periódica de equipos

Revisiones visuales de tanques, bombas, tuberías, válvulas, motores, aeradores o sensores. Se detectan signos de desgaste, fugas, corrosión o vibraciones anómalas.

Limpieza y calibración

Incluye limpieza de filtros, rejillas, sondas y tanques; calibración de caudalímetros, sensores de pH o cloro. Es vital para mantener la eficiencia del tratamiento.

Sustitución de consumibles

Cambio de membranas, resinas de intercambio iónico, filtros de carbón activo, juntas, correas, lubricantes o empaquetaduras según el programa.

Análisis y comprobación de calidad

Control de parámetros del agua (TSS, DBO, pH, turbidez, cloro residual, oxígeno disuelto), verificando el cumplimiento de objetivos de rendimiento y normativas.

Monitorización y GMAO

Uso de sistemas de gestión de mantenimiento asistido por computadora (GMAO o CMMS) para planificar tareas, registrar datos, generar órdenes de trabajo y almacenar históricos. Esto mejora la eficiencia y trazabilidad de las acciones.

¿Cada cuánto debe realizarse?

La frecuencia depende de:

  • Tipo de planta (potable, residual doméstica, industrial).
  • Horas de operación y carga de trabajo.
  • Recomendaciones del fabricante.

Por norma:

  • Inspecciones visuales y limpieza semanales o mensuales.
  • Calibraciones y sustitución de consumibles trimestrales o semestrales.
  • Auditorías integrales, anuales o bienales.

Mantenimiento predictivo: la evolución del preventivo

Además del preventivo, incorporamos prácticas de mantenimiento predictivo, que consiste en analizar el estado real del equipo mediante sensores, análisis de vibración, termografía o ultrasonidos. Detecta fallos incipientes antes de que se manifiesten físicamente. Esto permite intervenir en el momento adecuado, reducir costes y prolongar el ciclo útil de los componentes.

Indicadores clave de rendimiento (KPIs recomendados)

Para medir la eficacia del mantenimiento, recomendamos monitorizar:

  • Downtime (tiempo de inactividad no planificada).
  • MTBF y MTTR (tiempo medio entre fallos y tiempo medio de reparación).
  • Tasa de cumplimiento de mantenimientos planificados (PMP).
  • Eficiencia global del equipo (OEE).

Estos indicadores facilitan decisiones técnicas estratégicas y justifican mejoras o inversión adicional.

Cómo implementa Ruberte un programa de mantenimiento integral

En Ruberte Tratamientos de Agua diseñamos un plan de mantenimiento a medida, que incluye:

  1. Inspección técnica inicial.
  2. Planificación mediante GMAO: tareas, checklists, repuestos.
  3. Limpieza, calibración y sustitución programada.
  4. Análisis de calidad respaldado por laboratorio acreditado.
  5. Monitorización y revisiones periódicas.
  6. Informe técnico detallado y propuestas de mejora continuas.

Este enfoque reduce riesgos operativos, optimiza consumos (energía, químicos) y refuerza la fiabilidad de la planta.

En resumen

El mantenimiento preventivo es una inversión inteligente que mantiene tus sistemas operativos siempre funcionando, seguros y conforme a la normativa. Para plantas de potabilización, residual o industriales, un programa riguroso de mantenimiento diario, semanal y periódico es clave para garantizar la eficiencia, minimizar costes y alargar la vida útil del equipo.

En Ruberte Tratamientos de Agua, contamos con equipos especializados, software de GMAO y protocolos validados para acompañarte en cada paso del mantenimiento de tu planta. Contáctanos y optimiza tu instalación industrial con total garantía operativa.

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