La ósmosis inversa es un proceso según el cual se fuerza al agua a pasar a través de una membrana semipermeable, desde una solución más concentrada a una solución menos concentrada, mediante la aplicación de presión.
La membrana semipermeable, que hace las funciones de pared divisoria, permite la retención de los elementos minerales disueltos en el agua, como las bacterias o herbicidas, así como compuestos organoclorados, químicos, minerales y bacterias.
Para calcular una planta de O.I. necesitamos saber lo siguiente:
– Análisis químico del agua bruta que vamos a tratar.
– Consumo diario.
– Calidad del agua producida.
– Utilidad que se le va a dar al agua resultante.
En toda instalación de O.I necesitamos una pretratamiento para conseguir la máxima eficacia de la planta de O.I. En Ruberte consideramos que es tan importante como la instalación de O.I.
La elección del pretratamiento será el resultado del estudio de la instalación de O.I., teniendo en cuenta la calidad del agua de entrada y los requisitos del perneado.
Se puede componer de filtración, cloración, acidificación con ajuste del ph, dosificación de productos secuestrantes, descalcificación y eliminación del cloro residual.
– Producción de agua potable o de aguas industriales de localidades en las que, como recursos naturales, sólo se dispone de aguas salobre.
– Producción de agua de elevada calidad como las aguas de calderas, aguas para la industria farmacéutica, perfumería, electrónica, industria de tratamiento de superficies…
– Industria alimentaria
– Hospitales
– Acondicionamiento del aire
– Investigación
– Potabilización del agua salobre y de mar
– Doméstico: Merecen especial atención estos equipos ya que hoy en día su consumo está muy generalizado. Se instalan generalmente bajo el fregadero y suministran agua de bebida, cocina y para la confección de cubitos en la nevera. Su rendimiento nominal varía entre 60 y 100 L/día. Si la dureza de entrada es elevada (superior a 50ºF) es preferible descalcificar previamente.
