La calidad del agua es un factor clave en múltiples sectores industriales, agrícolas y municipales. Sin embargo, lo que muchos no tienen en cuenta es que las condiciones del agua no son constantes a lo largo del año. Las variaciones estacionales, como las lluvias, las sequías o los cambios de temperatura, pueden afectar de forma directa a sus características fisicoquímicas y microbiológicas.
En este artículo te explicamos cómo cambia la calidad del agua según la época del año, qué consecuencias puede tener en los procesos de tratamiento y qué medidas se pueden tomar para garantizar su estabilidad y eficiencia.
Cambios en la calidad del agua según la estación
Las fuentes de agua —ya sean subterráneas o superficiales— están expuestas a factores climáticos que influyen en su composición. Estos son algunos de los principales cambios que se observan a lo largo del año:
1. Primavera: aumento de materia orgánica y turbidez
- Incremento de la turbidez del agua.
- Presencia de compuestos orgánicos disueltos.
- Crecimiento de microorganismos por el aumento de la temperatura.
2. Verano: proliferación de algas y bacterias
- Aumento de cianobacterias y algas que generan mal sabor y olor.
- Mayor riesgo de contaminación microbiológica.
- Posibles fluctuaciones en el pH y en los niveles de oxígeno disuelto.
3. Otoño: acumulación de residuos orgánicos
- Aumento de material orgánico en descomposición.
- Cambios en el color del agua y en la demanda química de oxígeno (DQO).
- Potencial proliferación de compuestos precursores de subproductos de desinfección.
4. Invierno: descenso de temperatura y menor actividad biológica
- Reducción del caudal en fuentes superficiales.
- Mayor concentración de sales disueltas en aguas subterráneas.
- Posibles cambios en la conductividad eléctrica.
¿Por qué es importante tenerlo en cuenta?
Las variaciones estacionales pueden afectar al rendimiento de los sistemas de tratamiento de agua. Por ejemplo:
- Las membranas de ósmosis inversa pueden ensuciarse con mayor facilidad ante aumentos de turbidez o carga orgánica.
- Los sistemas de desinfección pueden necesitar ajustes en dosis o tiempos de contacto.
- Un agua con mayor concentración de sólidos o microorganismos puede comprometer procesos industriales sensibles (alimentación, cosmética, farmacéutica, etc.).
¿Cómo adaptarse a estos cambios?
Para garantizar una calidad constante del agua a lo largo del año, es recomendable:
- Monitorizar regularmente los parámetros clave del agua (turbidez, conductividad, DQO, etc.).
- Ajustar la dosificación de reactivos en función de las condiciones estacionales.
- Incorporar sistemas de tratamiento flexibles, como filtración multicapa, ultrafiltración u ósmosis inversa con sistemas de limpieza adecuados.
- Realizar mantenimientos preventivos en épocas críticas (por ejemplo, antes del verano o tras lluvias intensas).
Conclusión
Saber cómo cambia la calidad del agua según la época del año permite anticiparse a posibles problemas y mantener la eficiencia de los sistemas de tratamiento. En Ruberte Tratamientos de Agua ofrecemos soluciones a medida para cada temporada, adaptadas a las características del agua de cada cliente y sector.
¿Quieres asegurarte de que la calidad de tu agua se mantiene estable todo el año?